sábado, maio 30, 2009

la economía española

El modelo productivo

Publicado en Sistema Digital el 29 de mayo de 2009

Quienes hemos criticado desde hace años el modelo de crecimiento de la economía española hemos de estar satisfechos por la voluntad de cambio expresada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
    Es verdad que lo que hizo el presidente en el debate sobre el estado de la Nación fue apuntar el inició de una nueva estrategia. Se limitó a manifestar sus intenciones ("la transformación del modelo productivo es la clave para retomar una senda de prosperidad sostenible.") y a establecer algunos puntos de partida a partir de los que se propone ponerlas en práctica y de los que me parece que hay que destacar tres principales: la creación de un nuevo entorno para la actividad económica, la reconducción de la actividad y "del volumen exagerado" del sector inmobiliario y la identificación y potenciación de  nuevos sectores. Y como añadido de eso, mencionó los tres instrumentos a partir de los que el gobierno piensa que puede contribuir a poner en marcha el cambio: financiación, una norma jurídica específica y una propuesta de acuerdo político.
    Yo creo que en la situación en la que se encuentra hoy día nuestra economía esa apuesta del presidente es imprescindible y que merecería un apoyo social amplio y sincero porque limitarnos a seguir el mismo camino seguido hasta ahora puede llevarnos a medio plazo, e incluso una vez que pase la crisis, a un callejón sin salida y a condiciones mucho peores incluso que las que ahora tenemos en su pleno desarrollo.
    Lo que ocurre es que para que esa propuesta sea viable hacen falta algunas cosas más que las buenas intenciones, o incluso que los recursos legales y financieros que se han anunciado.
    Quizá lo primero sería ponernos de acuerdo sobre lo que entendemos exactamente por modelo productivo y sobre sus elementos que se desean o se pueden modificar.
    A veces da la impresión de que lo que en realidad se busca es hacer sostenible el actual estado de cosas, es decir, lograr que se siga reproduciendo aunque sin tantos sobresaltos. Es la sensación que se tiene cuando al mismo tiempo que se habla de cambio de modelo, las ayudas y los incentivos que se ponen sobre la mesa van a los mismos sectores de siempre y dejando que los mismos sujetos lleven la iniciativa y se sigan beneficiando de manera privilegiada de las medidas que se adoptan.
¿Consideramos ya como irreversible la desindustrialización de nuestra economía? ¿Aceptamos ya para siempre que renunciamos a nuestros activos y que el modelo a seguir ha de ser el que se basa en la venta de su práctica totalidad al capital extranjero?
    El Presidente se refirió, yo creo que correctamente, a la necesidad de buscar otros sectores (aunque alguno de los que citó, como el de la moda, debería sonar muy raro en los planes de un gobierno que se ha autoproclamado feminista) pero el cambio de modelo no puede consistir solamente en la sustitución de un tipo de actividad por otro.
    El modelo tiene que ver sobre todo con el tipo de uso que se haga en cualquier actividad y no solo con los que tienen que ver con el medio ambiente. Y ese uso es el resultado del diferente poder que tienen los distintos sujetos económicos, por lo que para hablar de cambio de modelo hay que hablar de si se va a dejar intacta la correlación de fuerzas o si se va a tratar de empoderar de otro modo y cómo a los sectores más débiles modificando a su favor normas como las que ahora hay en relación con el mercado laboral. Es lo que hacen, pero en el sentido contrario de favorecer a los intereses de la patronal, quienes proponen despidos más fáciles, acabar con la negociación colectiva o establecer un único tipo de contrato.
    ¿Queremos ahora ser más competitivos pero a base de salarios bajos, como constantemente están proponiendo la patronal o el Banco de España? 
    También tiene que ver, como el propio presidente reconoció, con la financiación. Pero sería imposible que el cambio, y mucho menos el propio modelo, se financie solo con un gasto público que se encuentra tan lejos de los estándares de nuestro entorno y de cuyo aumento a medio plazo no solo no se habla sino que incluso se dice que en cuanto se pueda volverá a contenerse. 
Y aunque seguramente el gasto público será imprescindible, es evidente que no será suficiente y que habrá que contar con un sistema financiero comprometido con este cambio, algo realmente impensable mientras predomine su actual ordenación y la lógica que lo guía. Y aún menos, si se lleva a cabo el plan que parece preparar el gobierno para facilitar la concentración bancaria en el sector privado y la jibarización de el de las cajas.
Un modelo productivo también es un modelo de distribución de la renta. En economía no ocurre lo que pasa en la repostería, que primero se hace la tarta y luego se reparte, sino que es justamente al mismo tiempo que se produce que ya se está distribuyendo. Por eso es trascendente que, al mencionar los inconvenientes del modelo actual, el presidente no haga referencia explícita a sus negativos efectos sobre la distribución de la renta y la riqueza.
Si se va a cambiar el modelo se va a afectar inevitablemente al reparto y por tanto se tiene que poner sobre la mesa a qué esquema distributivo se quiere llegar y, sobre todo, qué medios se van a utilizar para lograrlo.
Hablar de cambiar el modelo productivo y no mencionar este problema de la desigualdad que el actual está incrementando no es solo una gran ingenuidad. 
La manera en que se ha desenvuelto nuestra economía en los años recientes es la que ha provocado una concentración de la riqueza sin igual y la que ha llevado a que la participación de los salarios en el reparto de la "tarta" de las rentas sea la más baja desde los años sesenta. Solo en los años 2002-2005, gloriosos desde el punto de vista de crecimiento del PIB, la renta media correspondiente al 20% más pobre de los hogares de España se redujo en un 23’6%, mientras que la renta media del 10% más rico se incrementó más de un 15%.
¿Y cómo no hablar del endeudamiento de los hogares ocasionado por el actual modelo productivo, que ha pasado de ser el 66,5% de su renta disponible en 1994 al150,4% en 2007? ¿se va a mantener esa tónica tan beneficiosa para la banca (cuyo negocio es precisamente que la gente y las empresas se endeuden) o se va a tratar de cambiar? Y si se quiere cambiar, ¿cómo se va a lograr, cómo se va a doblegar el poder de los bancos y cómo se va a conseguir otra distribución de la renta que no obligue a los hogares a endeudarse de esta forma?
    El modelo productivo y su cambio también tiene que ver con las cuestiones fiscales. ¿Se va a mantener el actual discurso fiscal?, ¿se va a seguir considerando que reducir los impuestos es una política progresista, cuando al mismo tiempo se debilita la provisión de bienes sociales? ¿se va a ir, como se ha apuntado en algunos documentos doctrinarios, a promover amnistías fiscales, a seguir facilitando, como desgraciadamente ha hecho el gobierno, que los residentes en paraísos fiscales dispongan de condiciones tan privilegiadas como inaceptables desde el punto de vista de la justifica fiscal, o que las ganancias del capital que reciben principalmente los que ya de por sí son más ricos tributen mucho menos que las del trabajo?
    Por otro lado, para poner en marcha la estrategia de sostenibilidad (económica, social y medioambiental) a la que aspira el gobierno harían falta nuevos instrumentos de registro y medida de la actividad económica, salvo que se quiera conducir el coche del cambio productivo sin tablero de mandos o con los ojos tapados. No vale el Producto Interior Bruto, ni valen las cuentas que no recogen nuestra producción de residuos, ni la actividad no monetaria que, sin embargo, es una pieza clave de la sostenibilidad, o el grado de eficiencia con que usamos los recursos, entre otras muchas.
    No nos conviene engañarnos. Si lo que se desea es realmente un cambio de modelo productivo tenemos que hablar de todas estas cosas. Lo otro es sencillamente limitarse a encontrar algunos nuevos yacimientos de negocio para que los mismos de siempre sigan poniéndose las botas aunque en actividades distintas y con un barniz de responsabilidad social corporativa por encima.
    La primera apuesta, la sincera, es difícil. Obliga también a modificar las conductas, a corregir inercias y comodidades y a acabar con privilegios inaceptables, lo que provocará lógicas y fuertes resistencias. Si el gobierno la plantea con inteligencia y con claridad, hablándole a los ciudadanos con credibilidad y promocionando un nuevo tipo de participación y complicidad social podrá dar pasos de gigante. Si es conservador y quiere cambiar todo dejando todo como está, se quedará solo a la hora de afrontar un reto tan importante.

Fonte: Ganas de Escribir, de Juan Torres López.

sexta-feira, maio 29, 2009

a academia

O Suicídio da Universidade

Monclar Valverde*

 Nos últimos anos, temos observado que os campos e métodos da pesquisa universitária têm sido cada vez mais pautados pelas agências de financiamento, comandadas pela CAPES (Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal do Ensino Superior) e dirigidas pelo governo federal. Tudo, na rotina universitária, passa por essas agências, que operam como uma espécie de FMI do mundo acadêmico: a definição das linhas de pesquisa e das próprias “areas de concentração”, os seminários internos de pesquisa, os colóquios e simpósios (nacionais e “internacionais”), as publicações, as disciplinas ministradas e até mesmo a ocupação do espaço físico.

Tal situação gera uma mentalidade de gincana, em que predomina, do ponto de vista institucional, o “eventismo” (a multiplicação virótica de “eventos científicos”, cada vez mais inchados e improdutivos) e, do ponto de vista da produção individual, a publicação requentada de artigos antigos ou a mera colcha de retalhos de citações e auto-citações, produzidos, muitas vezes, por pessoas que não têm rigorosamente nada a dizer, mas são obrigados a “tornar públicas suas reflexões”, para continuar a receber suas bolsas e dotações suplementares.

Muitos dos chamados “grupos de pesquisa” se organizam como pequenas seitas, em que recém-doutores embevecidos com seus títulos, sentem-se autorizados (e quiçá obrigados) a forjar continuamente novos conceitos e metodos, mesmo que ainda não tenham conseguido dar conta das idéias que pretendem superar. Basta analisar a bibliografia adotada pelos participantes de um desses grupos para se ter idéia de sua homogeneidade intelectual e do centralismo “metodológico” exercido por boa parte das supostas lideranças acadêmicas.

O teor das pesquisas, teses e dissertações é um problema à parte: anos após o famoso “caso Sokal”, vemos multiplicarem-se aqui, especialmente nas áreas de artes, letras e ciências humanas, verdadeiros casos de delírio intelectual, sempre justificados pelo progresso intrínseco da “produção do conhecimento”, mas incapazes de distinguir a ousadia do mero deslumbramento. Quando não é este o caso, trata-se de exercícios de empirismo bem intencionado e politicamente correto, a favor de qualquer tipo de “inclusão social” ditada pelas ONGs ou pelo Estado (que se parece cada vez mais com uma ONG). Os trabalhos de qualidade são raros. Os que possuem, além da qualidade, elegância e sobriedade são raríssimos.

Chega a ser constrangedor verificar o zelo com que todo um exército de pesquisadores (com seus batalhões de bolsistas, da Iniciação Científica ao Pós-Doutorado) preenche, incansável, todos os relatórios que lhe pedem, respeitando prazos arbitrários e se submetendo a formulários nem sempre muito inteligentes. Esses operários do saber passam a maior parte do seu tempo atualizando o famigerado Currículo Lattes (triste homenagem ao grande César...) ou produzindo material ad hoc para preenchê-lo, sem deixar passar nem mesmo o bate-papo informal, devidamente transformado em “palestra” ou “trabalho de orientação”.

Os Programas de Pós-Graduação, por sua vez, vivem em função de um senhor virtual, sua majestade “o Relatório (da CAPES)”, procurando obsessivamente cumprir não só as exigências da agência, mas até mesmo as expectativas apenas insinuadas por ela. É possível mesmo dizer que muitos deles se programam a partir de tais expectativas, chegando a farejar no ar os temas que agradarão aos comitês científicos ou atenderão às prioridades proclamadas pelo governo vigente, em nome dos “interesses nacionais” ou “sociais”, conforme o caso.

No governo anterior, o tripé ensino-pesquisa-extensão favoreceu claramente a “pesquisa”, possibilitando a constituição de uma verdadeira aristocracia de professores - bolsistas, que soube muito bem defender seus interesses e barrar o caminho ao baixo clero universitário, relegado ao trabalho pesado das aulas e da administração acadêmica. No governo atual, a balança pende fortemente para o lado da extensão, entendida de modo assistencialista e até mesmo demagógico. No primeiro período, até a própria extensão foi travestida de pesquisa; no segundo, é a vez da pesquisa disfarçar-se em projetos de extensão. Nos dois contextos, o ensino viveu praticamente abandonado, como um primo pobre, solenemente abandonado às cotas e à educação à distância, apresentada como grande panacéia.

Contudo, há quem pondere que não deveríamos tratar a CAPES como um agente externo, pois, afinal, são os próprios professores- pesquisadores que compõem os seus quadros. Mas não passa despercebido a ninguém o fato de que a maioria dos chamados “representantes das áreas (de conhecimento) na CAPES”, muito rapidamente se transformam em representantes da CAPES nas diversas áreas de conhecimento, atuando como verdadeiros feitores, que não deixam de ser recompensados por sua conveniente subserviência. De qualquer modo, não há como negar que tais agentes, muitas vezes mais realistas que o rei, fazem parte da chamada “comunidade universitária”. Por isso, quando a Universidade chegar ao esgotamento total de sua força criativa, quando perder de vez seu melhor material humano, quando transformar-se completamente numa fábrica de tabelas e relatórios e, de fato, “morrer”, teremos que admitir que isto não aconteceu por obra de forças hostis ou devido a causas naturais, mas por suicídio premeditado.

*Doutor em Filosofia pela Universidade Federal do Rio de Janeiro (1996), com pós-doutorados em Teoria da Comunicação (Paris V, 2002) e Filosofia (UFPR, 2007). Possui graduação em Física pela Universidade Federal da Bahia (1975) e mestrado em História pela Universidade Estadual de Campinas (1986). Atualmente é professor adjunto da Universidade Federal da Bahia. Tem experiência nas áreas de Filosofia e Comunicação, com ênfase em Estética da Comunicação, atuando principalmente nos seguintes temas: sensibilidade, experiência estética, arte, sentido e comunicação. É também músico e pesquisador da canção popular. Em sua produção, destacam-se os cds Word Music (2003) e Cinema Imaginário (2004) e os livros Objetos de Papel (2000) e Estética da Comunicação (2007).

diapasão

O que revela os desejos que nos estruturam?

"A vida dá um jeito de nos parar, se vivemos correndo".


Uma mentira descoberta, um gole a mais de um bom vinho,

Uma briguinha banal, manter o amor escondido. Fazer sem o ter.

Um rabo de olho pra outro lugar, uma panacéia sem razão.

Sonhos não contados, mas interrompidos; desejos que só viagens os realizam.

Dançar uma música que toca o coração e vibrar como um diapasão

Ter um caso mal resolvido, sair sem se despedir dos amigos.

Deixar rolar sem ter escolhido, abaixar mais do que o devido.

Por o chapéu em um canto mais alto do que consigo. Consumir sem poder.

Ficar mais no dizer e nunca conseguir fazer. Estar no antes preciso disso...

Desculpas por deixar de conquistar um objetivo, criticar demais o amigo.

Pensar demais sempre o que não é preciso... e esperar um motivo.

Correr tanto para chegar e acreditar que tem algum sentido.


sábado, maio 23, 2009

laços

Estreitos

Os desafios brincam à vera ao cair a grave chuva
Vento e barranco dão nos ombros soterrando gira-sóis
As carências enfiam as contas na longa linha do tempo

Olhares dos sentidos no presente procuram mais metais
Entre ganhos e arranhões o suor se parte em sal e leite
O respirar do gozo se desmancha nos estreitos noturnos

Emoções em trânsito florescem um broto a cada sinal
Dada as imperfeições a arquitetura da vida é a que segue
E as palavras se arrumam em galhos de pimenteira

Quantos desvelam os sonhos aguçados desde sempre
Mas partes ficam dobradas no folhear sem serem lidas
E mudam-se os elementos conexos por votos e letras

sexta-feira, maio 22, 2009

temas recorrentes

“Como pode a Matemática, sendo produto
do pensamento humano, independente da experiência,
se adaptar tão admiravelmente aos objetos da realidade?”
Albert Einstein (1879-1955)

“Até que o sofrimento lhe ensine,
o homem não avaliará o valor da água”
(Lordes Byron, 1788-1824, poeta inglês)

“Quando a última árvore for cortada,
quando o último rio for poluído,
quando o último peixe for pescado,
aí sim, eles verão que dinheiro não se come...”
(Chefe Sioux)

sexta-feira, maio 15, 2009

debate aberto

América Latina, um continente sem teoria?

O professor Nildo Ouriques, da UFSC, contesta artigo de José Luís Fiori, publicado nesta página: "No Brasil, o debate acerca da dependência sempre foi mal compreendido. Contudo, este desconhecimento não é resultado do acaso, pois tem sido construído como um instrumento de dominação política e de legitimação do capitalismo dependente no país".

Em recente artigo – Um continente sem teoria – José Luis Fiori nos oferece uma brevíssima e curiosa história das idéias na América Latina destinada a espetar o liberalismo que sempre se contentou em repetir nos trópicos as teorias “cosmopolitas” que com freqüência colonial aqui se reproduzem. Contudo, neste breve artigo, Fiori adere ao esporte nacional preferido pela intelectualidade paulista: a crítica à interpretação marxista da dependência e o elogio velado “a escola paulista de sociologia”, especialmente aquela vinculada ao nome de Fernando Henrique Cardoso. 

No Brasil, o debate acerca da dependência sempre foi mal compreendido. Na verdade, é quase que desconhecido entre nós. Contudo, este desconhecimento não é resultado do acaso, pois tem sido construído como um instrumento de dominação política e de legitimação do capitalismo dependente no país. As ciências sociais paulistas – USP e UNICAMP especialmente, mas não exclusivamente – manufaturaram um consenso sobre a teoria da dependência que rendeu prestígio acadêmico e posições no aparelho de estado para alguns professores, mas é rigorosamente falso.

O principal “argumento” para a manufatura do consenso é agora repetido por Fiori, para quem a vertente marxista da dependência considerava “o desenvolvimento dos países centrais e o imperialismo um obstáculo intransponível para o desenvolvimento capitalista periférico. Por isto, falavam do “desenvolvimento do subdesenvolvimento” e defendiam a necessidade da revolução socialista imediata, inclusive como estratégia de desenvolvimento econômico”. (Cursiva nossa, NDO)

Sabemos que a fórmula “desenvolvimento do subdesenvolvimento” é uma criação do genial André Gunder Frank. O mineiro Ruy Mauro Marini, quem defendeu a necessidade de uma teoria marxista da dependência e deu importante contribuição nesta direção com seu magistral Dialética da dependência, escreveu que a formula frankiana era mesmo “impecável”. Portanto, posso concluir sem medo de errar que a crítica de Fiori – repetindo agora Fernando Henrique Cardoso, Guido Mantega e José Serra –esta dirigida basicamente contra Frank e Marini. Mas esta crítica é essencialmente injusta e não corresponde a história do debate.

André Gunder Frank (1929-2005) jamais disse a asneira de que o capitalismo era inviável na periferia do sistema mundial. Ao contrário, Frank, que pode ser considerado sem dúvida o precursor do debate marxista acerca da dependência, não somente desbancou as teses sobre a feudalidade na América Latina, como foi o principal crítico do capitalismo dependente que se desenvolvia aos olhos de todos. Neste contexto, a crítica recente é injusta porque o próprio Fiori teve o privilégio de assistir aos seminários de Frank no Chile e certamente ouviu não poucas vezes do próprio sua crítica tanto ao reformismo comunista quanto ao estagnacionismo que de certa forma seduziu muita gente antes do chamado “milagre brasileiro”. Mas nao era necessário participar das aulas de Gunder Frank para saber o óbvio sobre sua longa e ainda desconhecida obra; bastaria (re)ler 
Capitalism and underdevelopment in Latin América. Historical studies of Chile and Brazil para entender a posição de Frank e sua notável contribuição ao debate das idéias latino-americanas. 

É correto afirmar que em épocas passadas existiam aqueles que defendiam – reciclando idéias cepalinas tingidas de marxismo do Partidão (PCB) – que os “obstáculos externos” ao desenvolvimento representavam uma estratégia imperialista. Postulavam, portanto, que a “nação” deveria se opor ao “imperialismo” o que, obviamente, implicava em uma aliança de classe no interior do país dependente entre o proletariado e a burguesia considerada “nacional”. Mas precisamente contra estes, André Gunder Frank dirigiu suas baterias, destruindo a numa só vez o “mito do feudalismo na agricultura brasileira” e os “obstáculos externos” ao desenvolvimento. Foi uma crítica devastadora e ainda insuperável ao dualismo estruturalista da CEPAL e aliados. A fórmula “desenvolvimento do subdesenvolvimento” capta com precisão esta dinâmica. Ao contrário daqueles que afirmavam os “obstáculos” e/ou o “estagnacionismo” – presentes nos escritos de Furtado em 1965, por exemplo – Gunder Frank e Ruy Mauro Marini afirmavam que o desenvolvimento capitalista efetivamente ocorreria, mas sob a forma do subdesenvolvimento.

Na breve historia narrada por Fiori, existiria uma vertente da teoria da dependência – de filiação a um só tempo marxista e cepalina (!?) – que teve vida mais longa e logrou resultados melhores, num surpreendente e discreto elogio – tanto tardio quanto surrado – à FHC. Contudo, a tipologia construída por este e Enzo Faletto no Dependência e desenvolvimento na América Latina é obviamente de inspiração weberiana e o reconhecimento do conflito de classes no interior da nação que despertou tanta simpatia nos intelectuais progressistas não é, como sabemos, exclusividade de marxistas, porque também existem liberais que valoram a luta de classes sem vacilação, ainda que não tirem as mesmas conclusões que os marxistas. 

O “apagão mental” mencionado por Fiori foi produto de uma derrota política que, no Brasil, se consolidou com o golpe militar de 1964. No interior da luta pela democratização, os liberais progressistas fizeram sua parte, caluniando e falsificando a história do pensamento crítico, especialmente da versão marxista da dependência, sem recorrer aos textos de Frank e Marini, muitos ainda sem tradução ao português. O CEBRAP foi um instrumento valioso nesta operação ideológica, mas “respeitáveis figuras” do mundo acadêmico paulista – especialmente nas escolas de economia e sociologia da USP e UNICAMP – aproveitaram a correlação de forças permitida pela ditadura para extirpar a principal contribuição marxista sobre o capitalismo latino-americano da vida intelectual e universitária brasileira. Frank e Marini não foram apenas proscritos: foram também falsificados! Outro tanto ocorreu também com Theotonio dos Santos, autor do imperdível “Socialismo ou fascismo: o dilema latino-americano”, lamentavelmente ainda não traduzido ao português. 

Parte daquele “apagão mental” é produto da outrora útil distinção partidária entre tucanos e petistas que sempre ocultou algo importante, cada dia mais difícil de disfarçar: no terreno teórico, tanto uns quanto outros se alinhavam na manufaturação do consenso em favor da versão palatável dos estudos acerca da dependência, representada por Cardoso e Faletto. Não é apenas uma coincidência que a tese doutoral de Guido Mantega, finalmente vertida no livro que adultera completamente as teses de Frank e Marini, foi orientada por Fernando Henrique Cardoso. 

Finalmente a questão central. Vivemos num continente sem teoria? É pouco provável. O programa de pesquisa lançado por Frank e Marini não foi superado teoricamente, ainda que sofreu uma derrota política a partir de 1964 pela força do terror de estado. Mas as condições mudaram radicalmente no cenário latino-americano e aquela vertente crítica da dependência, de extração marxista, esta sendo resgatada com muita força em toda a América Latina impulsionada pelos governos do nacionalismo revolucionário existentes na Venezuela, Equador e Bolívia. Mas também no Brasil o interesse pela teoria marxista da dependência voltou e não é mais possível reforçar o coro dominante que anestesiou algumas gerações de estudantes e militantes socialistas. Enfim, se efetivamente queremos construir um projeto nacional-popular para o Brasil – que eu defendo socialista – a tarefa intelectual decisiva é a superação do “apagão mental” que tantas limitações impôs ao ambiente universitário e político brasileiro. 

Neste contexto, podemos ou nao compartilhar o ceticismo em relação as insuficiências teóricas nos programas destinados a superar a dependência e o subdesenvolvimento, mas não temos o direito de esquecer e menos ainda alterar os termos do debate de décadas passadas. Daí o caráter surpreendente do artigo de Fiori, pois ele reforça velhos preconceitos e não capta a nova correlação de forças que já esta criando uma nova América Latina sob o lema do “socialismo do século XXI”. Afinal, diante do “desenvolvimento do subdesenvolvimento”, não era o socialismo a única alternativa indicada por Frank e Marini?


Professor do Departamento de Economia e presidente do Instituto de Estudos Latino-Americanos da UFSC. (www.iela.ufsc.br )

sexta-feira, maio 08, 2009

crescer por crescer? PIB e FIB

O debate sobre o PIB: "estamos fazendo a conta errrada"

"Crescer por crescer, é a filosofia da célula cancerosa" - Banner colocado por estudantes, na entrada de uma conferência sobre economia.

PIB, como todos devem saber, é o produto interno bruto. Para o comum dos mortais que não fazem contas macroeconômicas, trata-se da diferença entre aparecerem novas oportunidades de emprego (PIB em alta) ou ameaças de desemprego (PIB em baixa). Para o governo, é a diferença entre ganhar uma eleição e perdê-la. Para os jornalistas, é uma ótima oportunidade para darem a impressão de entenderem do que se trata. Para os que se preocupam com a destruição do meio-ambiente, é uma causa de desespero. Para o economista que assina o presente artigo, é uma oportunidade para desancar o que é uma contabilidade clamorosamente deformada.

Peguemos o exemplo de uma alternativa contábil, chamada FIB. Trata-se simplesmente um jogo de siglas, Felicidade Interna Bruta. Tem gente que prefere felicidade interna líquida, questão de gosto. O essencial é que inúmeras pessoas no mundo, e técnicos de primeira linha nacional e internacional, estão cansados de ver o comportamento econômico ser calculado sem levar em conta – ou muito parcialmente – os interesses da população e a sustentabilidade ambiental. Como pode-se dizer que a economia vai bem, ainda que o povo va mal? Então a economia serve para quê?

No Brasil a discussão entrou com força recentemente, em particular a partir do cálculo do IDH (Indicadores de Desenvolvimento Humano), que inclui, além do PIB, a avaliação da expectativa de vida (saúde) e do nível da educação. Mais recentemente, foram lançados dois livros básicos, Reconsiderar a riqueza, de Patrick Viveret, e Os novos indicadores de riqueza de Jean-Gadrey e Jany-Catrice. Há inúmeras outras iniciativas em curso, que envolvem desde o Indicadores de Qualidade do Desenvolvimento do IPEA, até os sistemas integrados de indicadores de qualidade de vida nas cidades na linha do Nossa São Paulo. O movimento FIB é mais uma contribuição para a mudança em curso. O essencial para nós, é o fato que estamos refazendo as nossas contas.
 

As limitações do PIB aparecem facilmente através de exemplos. Um paradoxo levantado por Viveret, por exemplo, é que quando o navio petroleiro Exxon Valdez naufragou nas costas do Alaska, foi necessário contratar inúmeras empresas para limpar as costas, o que elevou fortemente o PIB da região. Como pode a destruição ambiental aumentar o PIB? Simplesmente porque o PIB calcula o volume de atividades econômicas, e não se são úteis ou nocivas. O PIB mede o fluxo dos meios, não o atingimento dos fins. Na metodologia atual, a poluição aparece como sendo ótima para a economia, e o IBAMA vai aparecer como o vilão que a impede de avançar. As pessoas que jogam pneus e fogões velhos no rio Tieté, obrigando o Estado a contratar empresas para o desassoreamento da calha, contribuem para a produtividade do país. Isto é conta?

Mais importante ainda, é o fato do PIB não levar em conta a redução dos estoques de bens naturais do planeta. Quando um país explora o seu petróleo, isto é apresentado como eficiência econômica, pois aumenta o PIB. A expressão “produtores de petróleo” é interessante, pois nunca ninguém conseguiu produzir petróleo: é um estoque de bens naturais, e a sua extração, se der lugar a atividades importantes para a humanidade, é positiva, mas sempre devemos levar em conta que estamos reduzindo o estoque de bens naturais que entregaremos aos nossos filhos. A partir de 2003, por exemplo, não na conta do PIB mas na conta da poupança nacional, o Banco Mundial já não coloca a extração de petróleo como aumento da riqueza de um país, e sim como a sua descapitalização. Isto é elementar, e se uma empresa ou um governo apresentasse a sua contabilidade no fim de ano sem levar em conta a variação de estoques, veria as suas contas rejeitadas. Não levar em conta o consumo de bens não renováveis que estamos dilapidando deforma radicalmente a organização das nossas prioridades. Em termos técnicos, é uma contabilidade grosseiramente errada.
 

A diferença entre os meios e os fins na contabilidade aprece claramente nas opções de saúde. A Pastoral da Criança, por exemplo, desenvolve um amplo programa de saúde preventiva, atingindo milhões de crianças até 6 anos de idade através de uma rede de cerca de 450 mil voluntárias. São responsáveis, nas regiões onde trabalham, por 50% da redução da mortalidade infantil, e 80% da redução das hospitalizações. Com isto, menos crianças ficam doentes, o que significa que se consome menos medicamentos, que se usa menos serviços hospitalares, e que as famílias vivem mais felizes. Mas o resultado do ponto de vista das contas econômicas é completamente diferente: ao cair o consumo de medicamentos, o uso de ambulâncias, de hospitais e de horas de médicos, reduz-se também o PIB. Mas o objetivo é aumentar o PIB ou melhorar a saúde (e obem-estar) das famílias? 

Todos sabemos que a saúde preventiva é muito mais produtiva, em termos de custo-benefício, do que a saúde curativa-hospitalar. Mas se nos colocarmos do ponto de vista de uma empresa com fins lucrativos, que vive de vender medicamentos ou de cobrar diárias nos hospitais, é natural que prevaleça a visão do aumento do PIB, e do aumento do lucro. É a diferença entre os serviços de saúde e a indústria da doença. Na visão privatista, a falta de doentes significa falta de clientes. Nenhuma empresa dos gigantes chamados internacionalmente de “big pharma” investe seriamente em vacinas, e muito menos em vacinas de doenças de pobres. Ver este ângulo do problema é importante, pois nos faz perceber que a discussão não é inocente, e os que clamam pelo progresso identificado com o aumento do PIB querem, na realidade, maior dispêndio de meios, e não melhores resultados. Pois o PIB não mede resultados, mede o fluxo dos meios. 

É igualmente importante levar em consideração que o trabalho das 450 mil voluntárias da Pastoral da Criança não é contabilizado como contribuição para o PIB. Para o senso comum, isto parece uma atividade que não é propriamente econômica, como se fosse um bandaid social. Os gestores da Pastoral, no entanto, já aprenderam a corrigir a contabilidade oficial. Contabilizam a redução do gasto com medicamentos, que se traduz em dinheiro economizado na família, e que é liberado para outros gastos. Nesta contabilidade corrigida, o não-gasto aparece como aumento da renda familiar. As noites bem dormidas quando as crianças estão bem representam qualidade de vida, coisa muitíssimo positiva, e que é afinal o objetivo de todos os nossos esforços. O fato da mãe ou do pai não perderem dias de trabalho pela doença dos filhos também ajuda a economia. O Canadá, centrado na saúde pública e preventiva, gasta 3 mil dólares por pessoa em saúde, e está em primeiro lugar no mundo neste plano. Os Estados Unidos, com saúde curativa e dominantemente privada, gastam 6,5 mil, e estão longe atrás em termos de resultados. Mas ostentam orgulhosamente os 16% do PIB gastos em saúde, para mostrar quanto esforço fazem. Estamos medindo meios, esquecendo os resultados. Neste plano, quanto mais ineficientes os meios, maior o PIB.

Uma outra forma de aumentar o PIB é reduzir o acesso a bens gratuitos. Na Riviera de São Lourenço, perto de Santos, as pessoas não têm mais livre acesso à praia, a não ser através de uma séria de enfrentamentos constrangedores. O condomínio contribui muito para o PIB, pois as pessoas têm de gastar bastante para ter acesso ao que antes acessavam gratuitamente. Quando as praias são gratuitas, não aumentam o PIB. Hoje os painéis publicitários nos “oferecem” as maravilhosas praias e ondas da região, como se as tivessem produzido. A busca de se restringir a mobilidade, o espaço livre de passeio, o lazer gratuito oferecido pela natureza, gera o que hoje chamamos de “economia do pedágio”, de empresas que aumentam o PIB ao restringir o acesso aos bens. Temos uma vida mais pobre, e um PIB maior. 

Este ponto é particularmente grave no caso do acesso ao conhecimento. Trata-se de uma área onde há excelentes estudos recentes, como A Era do Acesso, de Jeremy Rifkin; The Future of Ideas, de Lawrence Lessig; O imaterial, de André Gorz, ou ainda Wikinomics, de Don Tapscott. Um grupo de pesquisadores da USP Leste, com Pablo Ortellado e outros professores, estudou o acesso dos estudantes aos livros acadêmicos: o volume de livros exigidos é proibitivo para o bolso dos estudantes (80% de famílias de até 5 salários mínimos), 30% dos títulos recomendados estão esgotados. Na era do conhecimento, as nossas universidades de linha de frente trabalham com xerox de capítulos isolados do conjunto da obra, autênticos ovnis científicos, quando o MIT, principal centro de pesquisas dos Estados Unidos, disponibiliza os cursos na íntegra gratuitamente online, no quadro do OpenCourseWare (OCW)(1). Hoje, os copyrights incidem sobre as obras até 90 anos após a morte do autor. E se fala naturalmente em “direitos do autor”, quanto se trata na realidade de direitos das editoras, dos intermediários. 

É impressionante investirmos por um lado imensos recursos públicos e privados na educação, e por outro lado empresas tentarem restringir o acesso aos textos. O objetivo, é assegurar lucro das editoras, aumentando o PIB, ou termos melhores resultados na formação, facilitando, e incentivando (em vez de cobrar) o aprendizado? Trata-se, aqui também, da economia do pedágio, de impedir a gratuidade que as novas tecnologias permitem (acesso online), a pretexto de proteger a remuneração dos produtores de conhecimento. 

Outra deformação deste tipo de conta é a não contabilização do tempo das pessoas. No nosso ensaio Democracia Econômica, inserimos um capítulo “Economia do Tempo”. Está disponível online, e gratuitamente. O essencial, é que o tempo é por excelência o nosso recurso não renovável. Quando uma empresa nos obriga a esperarmos na fila, faz um cálculo: a fila é custo do cliente, não se pode abusar demais. Mas o funcionário é custo da empresa, e portanto vale a pena abusar um pouco. Isto se chama externalização de custos. Imaginemos que o valor do tempo livre da população econômicamente ativa seja fixado em 5 reais. Ainda que a produção de automóveis represente um aumento do PIB, as horas perdidas no trânsito pelo encalacramento do trânsito poderiam ser contabilizadas, para os 5 milhões de pessoas que se deslocam diariamente para o trabalho em São Paulo, em 25 milhões de reais, isto calculando modestos 60 minutos por dia. A partir desta conta, passamos a olhar de outra forma a viabilidade econômica da construção de metrô e de outras infraestruturas de transporte coletivo. E são perdas que permitem equilibrar as opções pelo transporte individual: produzir carros realmente aumenta o PIB, mas é uma opção que só é válida enquanto apenas minorias têm acesso ao automóvel. Hoje São Paulo anda em primeira e segunda, gastando com o carro, com a gazolina, com o seguro, com as doenças respiratórias, com o tempo perdido. Os quatro primeiros itens aumentam o PIB. O último, o tempo perdido, não é contabilizado. Aumenta o PIB, reduz-se a mobilidade. Mas o carro afinal era para quê? 

Alternativas? Sem dúvida, e estão surgindo rapidamente. Não haverá o simples abandono do PIB, e sim a compreensão de que mede apenas um aspecto, muito limitado, que é o fluxo de uso de meios produtivos. Mede, de certa forma, a velocidade da máquina. Não mede para onde vamos, só nos diz que estamos indo depressa, ou devagar. Não responde aos problemas essenciais que queremos acompanhar: estamos produzindo o quê, com que custos, com que prejuizos (ou vantagens) ambientais, e para quem? Aumentarmos a velocidade sem saber para onde vamos não faz sentido. Contas incompletas são contas erradas. 

Como trabalhar as alternativas? Há os livros mencionados acima, o meu preferido é o de Jean Gadrey, foi editado pelo Senac. E pode ser utilizado um estudo meu sobre o tema, intitulado Informação para a Cidadania e o Desenvolvimento Sustentável. Porque não haverá cidadania sem uma informação adequada. O PIB, tão indecentemente exibido na mídia, e nas doutas previsões dos consultores, merece ser colocado no seu papel de ator coadjuvante. O objetivo é vivermos melhor. A economia é apenas um meio. É o nosso avanço para uma vida melhor que deve ser medido. 

* Ladislau Dowbor é doutor em Ciências Econômicas pela Escola Central de Planejamento e Estatística de Varsóvia, professor titular da PUC de São Paulo e consultor de diversas agências das Nações Unidas. É autor de “Democracia Econômica”, “A Reprodução Social: propostas para uma gestão descentralizada”, “O Mosaico Partido: a economia além das equações”, “Tecnologias do Conhecimento: os Desafios da Educação”, todos pela editora Vozes, além de “O que Acontece com o Trabalho?” (Ed. Senac) e co-organizador da coletânea “Economia Social no Brasil“ (ed. Senac) Seus numerosos trabalhos sobre planejamento econômico e social, inclusive o artigo Informação para a Cidadania mencionado acima, estão disponíveis no site http://dowbor.org – Contato: ladislau@dowbor.org

(1) O material do MIT pode ser acessado no site www.ocw.mit.edu; Em vez de tentar impedir a aplicação de novas tecnologias, como aliás é o caso das empresss de celular que lutam contra o wi-fi urbano e a comunicação quase gratuita via skype, as empresas devem pensar em se reconverter, e prestar serviços úteis ao mercado. A IBM ganhava dinheiro vendendo computadores, e quando este mercado se democratizou com o barateamento dos computadores pessoais migrou para a venda de softwares. Estes hoje devem se tornar gratuitos (a própria IBM optou pelo Linux), e a empresa passou a se viabilizar prestando serviços de apoio informático. Travar o acesso aumenta o PIB, mas empobrece a sociedade.

La Glória

A gripe dos porcos e a mentira dos homens

 Mauro Santayana – 01/05/2009

 O governo do México e a agroindústria procuram desmentir o óbvio: a gripe que assusta o mundo se iniciou em La Glória, distrito de Perote, a 10 quilômetros da criação de porcos das Granjas Carroll, subsidiária de poderosa multinacional do ramo, a Smithfield Foods.

 La Glória é uma das mais pobres povoações do país. O primeiro a contrair a enfermidade (o paciente zero, de acordo com a linguagem médica) foi o menino Edgar Hernández, de 4 anos, que conseguiu sobreviver depois de medicado. Provavelmente seu organismo tenha servido de plataforma para a combinação genética que tornaria o vírus mais poderoso. Uma gripe estranha já havia sido constatada em La Glória, em dezembro do ano passado e, em março, passou a disseminar-se rapidamente.

 Os moradores de La Glória – alguns deles trabalhadores da Carroll – não têm dúvida: a fonte da enfermidade é o criatório de porcos, que produz quase 1 milhão de animais por ano. Segundo as informações, as fezes e a urina dos animais são depositadas em tanques de oxidação, a céu aberto, sobre cuja superfície densas nuvens de moscas se reproduzem. A indústria tornou infernal a vida dos moradores de La Glória, que, situados em nível inferior na encosta da serra, recebem as águas poluídas nos riachos e lençóis freáticos.

 A contaminação do subsolo pelos tanques já foi denunciada às autoridades, por uma agente municipal de saúde, Bertha Crisóstomo, ainda em fevereiro, quando começaram a surgir casos de gripe e diarreia na comunidade, mas de nada adiantou. Segundo o deputado Atanásio Duran, as Granjas Carroll haviam sido expulsas da Virgínia e da Carolina do Norte por danos ambientais. Dentro das normas do Nafta, puderam transferir-se, em 1994, para Perote, com o apoio do governo mexicano. Pelo tratado, a empresa norte-americana não está sujeita ao controle das autoridades do país.

 É o drama dos países dominados pelo neoliberalismo: sempre aceitam a podridão que mata. O episódio conduz a algumas reflexões sobre o sistema agroindustrial moderno. Como a finalidade das empresas é o lucro, todas as suas operações, incluídas as de natureza política, se subordinam a essa razão. A concentração da indústria de alimentos, com a criação e o abate de animais em grande escala, mesmo quando acompanhada de todos os cuidados, é ameaça permanente aos trabalhadores e aos vizinhos.

 A criação em pequena escala – no nível da exploração familiar – tem, entre outras vantagens, a de limitar os possíveis casos de enfermidade, com a eliminação imediata do foco. Os animais são alimentados com rações que levam 17% de farinha de peixe, conforme a Organic Consumers Association, dos Estados Unidos, embora os porcos não comam peixe na natureza. De acordo com outras fontes, os animais são vacinados, tratados preventivamente com antibióticos e antivirais, submetidos a hormônios e mutações genéticas, o que também explica sua resistência a alguns agentes infecciosos. Assim sendo, tornam-se hospedeiros que podem transmitir os vírus aos seres humanos, como ocorreu no México, segundo supõem as autoridades sanitárias.

 As Granjas Carroll – como ocorre em outras latitudes e com empresas de todos os tipos – mantêm uma fundação social na região, em que aplicam parcela ínfima de seus lucros. É o imposto da hipocrisia. Assim, esses capitalistas engambelam a opinião pública e neutralizam a oposição da comunidade. A ação social deve ser do Estado, custeada com os recursos tributários justos. O que tem ocorrido é o contrário disso: os estados subsidiam grandes empresas, e estas atribuem migalhas à mal chamada "ação social". Quando acusadas de violar as leis, as empresas se justificam – como ocorre, no Brasil, com a Daslu – argumentando que custeiam os estudos de uma dezena de crianças, distribuem uma centena de cestas básicas e mantêm uma quadra de vôlei nas vizinhanças.

 O governo mexicano pressionou, e a Organização Mundial de Saúde concordou em mudar o nome da gripe suína para Gripe-A. Ao retirar o adjetivo que identificava sua etiologia, ocultou a informação a que os povos têm direito. A doença foi diagnosticada em um menino de La Glória, ao lado das águas infectadas pelas Granjas Carroll, empresa norte-americana criadora de porcos, e no exame se encontrou a cepa da gripe suína. O resto, pelo que se sabe até agora, é o conluio entre o governo conservador do México e as Granjas Carroll – com a cumplicidade da OMS.

quinta-feira, maio 07, 2009

riquezas

O que os olhos não vêem
Fechar os olhos diante de quase tudo que nos perturba até parece que funciona.
Mas, mesmo quando os olhos negam o que vêem, ou não vejam claramente a cor da vida real, ainda assim podemos sentir o que não enxergamos; essa conexão é primitiva, sensitiva animal, é uma força inegável do instinto humano. O que escapa do campo da visão é simplesmente uma função do viés cultural, pré-conceitual, de uma escolha (im)própria conforme o interesse e ocasião.
Contudo, ainda que os olhos se mantenham fechados, ao "dançarmos a vida" em seu ritmo verdadeiro, em sua beleza mais significativa e simples, conhecemos um caminho descoberto à primeira vista pelo acolhimento do outro, depois pela permissão do gesto amoroso, daí, um pequeno estalo inicial começa a abrir nossa outra visão, não-racional, e mesmo que passe despercebido, já é tarde em querer fechar os olhos novamente. Ela se veste com toda sensação da conexão estabelecida com o outro, nos tornando parte da teia da vida que não pode mais ser esquecida ou rompida, e assim passamos a querer mais do prazer inerente a ela; é maravilhosa a experiência dessa conexão vital.
Cedo ou tarde a descobrimos, basta querer. É a dança da vida!
Essa outra visão, esse outro olhar sensível, fruto do “novo movimento”, do caminhar especial, do olhar de maneira diferente marca essa bendita hora da entrega, na concessão de expressões que mostram o avesso do avesso, inovando e renovando sorrateiramente o nosso interior, na leveza do toque sem fronteiras, delicado e cuidadoso, da expressão livre sem vergonha, da dança expressiva e espontânea. Tudo se move na força da energia criada que atravessa a roda feita de gente, as nossas mãos, roupas, enfeites, couraças, pobrezas e riquezas, e navega pela pele numa força amorosa, perceptiva, curativa e contínua indo além da nossa compreensão atingir a nossa essência. As conseqüências desse imenso potencial de energia gerada pela "teia da vida", que se expande, extrapola as relações do círculo primário e até as da biodanza.
Até que se perceba, as verdadeiras riquezas, por mais distantes que estejam são encontradas dentro do coração.

domingo, maio 03, 2009

liberais: neoclássicos e keynesianos

"Não há vitória do keynesianismo nem abandono da ideologia liberal", diz Fiori

CLAUDIA ANTUNES
Editora de Mundo da
 Folha de S.Paulo - 3/05/2009 - 02h30

Desde "Poder e Dinheiro" (editora Vozes), de 1998, o cientista político José Luís Fiori se destacou como um estudioso das mudanças recentes do sistema capitalista mundial, com ênfase nos fatores políticos e econômicos que puseram fim à chamada "época de ouro", os 30 anos depois da Segunda Guerra Mundial.

Seu último livro, "O mito do colapso do poder americano" (editora Boitempo), contesta a tese de que a crise econômica originada nos mercados financeiros americanos signifique o declínio da superpotência.

Nesta entrevista por e-mail, Fiori, professor de economia política da UFRJ (Universidade Federal do Rio de Janeiro), analisa o momento histórico da ascensão ao poder de Margaret Thatcher, há 30 anos, e diz que a nem a crise atual nem a adoção pelos EUA e países europeus de medidas de intervenção nos mercados para conter a crise significam o abandono do ultraliberalismo associado à ex-premiê britânica.

FOLHA - A eleição de Thatcher é considerada a fronteira entre a era keynesiana e a chamada neoliberal. Ela foi de fato líder dessa mudança?

JOSÉ LUIS FIORI - O epicentro da crise dos anos 70 foi nos EUA. As principais decisões que mudaram a história político-econômica da segunda metade do século 20 também foram tomadas nos EUA. Algumas, antes da eleição de Thatcher.

A inflexão neoliberal no campo acadêmico e político começou nos EUA, já no fim dos anos 60, durante o primeiro governo Nixon [1969-1972]. Os principais responsáveis pela sua política financeira internacional --George Shultz, William Simon e Paul Volcker-- já defendiam o abandono da paridade cambial estabelecida pelo sistema de Bretton Woods e a livre circulação de capitais.

Todos eles viam nessa decisão uma forma de restabelecer o poder mundial das finanças e da moeda norte-americanas, ameaçado pelos déficits comerciais e pela pressão sobre as reservas de ouro dos EUA.

Em 1979, a política de estabilização de Paul Volcker, no governo democrata de Jimmy Carter [1977-1980], foi o verdadeiro ponto de virada na política econômica norte-americana.

Na própria Inglaterra, a virada neoliberal da política econômica também começou antes da eleição de Thatcher, durante o governo trabalhista do premiê James Callaghan [1976-1979], depois da crise cambial de 1976.

O governo trabalhista se dividiu entre os que defendiam uma "estratégia alternativa" de radicalização das políticas de controle de viés mais keynesiano, liderados por Tony Benn, e a ala, vitoriosa, dos que defenderam a ida da Grã Bretanha ao FMI e a adoção de uma política ortodoxa e conservadora que foi assumida pelo governo de Callaghan, em sintonia com o governo social-democrata alemão de Helmut Schmidt [1974-1982], que já havia aderido à mesma ortodoxia muito antes da chegada ao poder de Helmut Kohl [1982-1988]. Apesar de tudo isso, não há a dúvida de que Thatcher que foi transformada pela história na porta-estandarte da "restauração conservadora" do fim do século 20, assim como de todas as políticas e reformas neoliberais preconizadas durante aquele período.

Acho que cabe uma pergunta sem resposta para reflexão dos que se dedicam à análise da história econômica e da política internacional: como entender o fato de que, mesmo depois do que alguns analistas chamam de "fim da hegemonia britânica", seguiu-se considerando a [John Maynard] Keynes [economista britânico] e não a [Harry Dexter] White [assessor econômico de Franklin Roosevelt] a figura forte na criação do Sistema de Breton Woods; que se atribua a [Winston] Churchill [1940-45; 1951-55], mais do que a [Harry] Truman [1945-1953], a paternidade da Guerra Fria; que tenham sido os ingleses e não os norte-americanos os pais do euromercado de dólares, que está na origem do fim de Bretton Woods e da globalização financeira; que seja Margareth Thatcher, e não Ronald Reagan, o símbolo da era neoliberal; que tenham sido os ingleses e não os americanos que tenham liderado os demais países no movimento de estatização bancária para enfrentar a crise financeira de 2008, por cima dos próprios princípios ortodoxos e liberais; e que, finalmente, tenha sido o primeiro-ministro inglês, Gordon Brown, quem anunciou na reunião do G20, em Londres, o fim do Consenso de Washington? Para não falar, numa outra clave, do motivo por que Tony Blair [1997-2007], mais do que Bill Clinton [1993-2000], tenha ficado associado ao anúncio, no ano 2000, da solução anglo-saxônica do enigma do genoma humano?

FOLHA - Qual seria o marco zero do thatcherismo em sua versão internacionalizada? Alguns estudiosos sugerem o abandono, pelos EUA, do padrão ouro? Qual é a sua opinião?
FIORI - O abandono americano do padrão dólar/ouro e o fim do Sistema de Bretton Woods, em 1973, foi um momento importante da virada econômica que deixou para trás a economia política do imediato pós-guerra. Mas é preciso levar em conta o conjunto das mudanças que alteraram a trajetória do sistema mundial, além da questão monetária.

Também em 1973 ocorreu o primeiro choque do preço do petróleo, que jogou por terra a base energética do "milagre econômico" pós-Segunda Guerra e encharcou o sistema financeiro mundial com os petrodólares. Naquele ano, os EUA reconheceram sua derrota na Guerra do Vietnã, depois de iniciar sua reaproximação diplomática com a China.

É impossível dizer hoje, com certeza, o que foi mais importante para as transformações mundiais das últimas décadas do século 20, se o fim do padrão ouro, por exemplo, ou o inicio da parceria China-EUA.

O que você chama de "marco zero do thatcherismo" é uma soma de decisões e acontecimentos anteriores e posteriores à eleição de Thatcher, que envolveram alterações na distribuição do poder mundial que foram a um só tempo causa e consequência da própria mudança do sistema monetário internacional.

Basta dizer que o próprio abandono americano do padrão ouro foi uma estratégia consciente de poder, que enfraqueceu os países mais fracos e fortaleceu os países mais fortes, dentro do sistema mundial, mas sobretudo fortaleceu o poder global dos EUA, cuja elite governante nunca teve duvidas sobre o função estratégica de sua moeda.

FOLHA - A tese mais comum entre os analistas de esquerda é que o thatcherismo foi a reação conservadora a uma crise de sobreprodução nos países capitalistas centrais. Ela teria vindo não para desregulamentar, mas para regulamentar a favor do capital. O senhor concorda?

FIORI - Dizer que a reação conservadora dos anos 80 foi determinada por uma crise de sobreprodução e pela necessidade de regulamentar a favor do capital é no mínimo uma simplificação grosseira. Todas as grandes crises econômicas internacionais sempre tiveram e têm algo a ver, do ponto de vista puramente econômico,com algum grau de sobreacumulação e subconsumo, em algum ponto do sistema econômico mundial.

Mas isso não explica a especificidade de cada crise. É impossível acreditar que a gigantesca transformação mundial depois da década de 1970 foi apenas resposta a mais uma crise de sobreprodução nos países capitalistas centrais.

As crises têm um papel central na análise marxista do capitalismo. Mas elas também acabaram ocupando um papel às vezes que favorece distorções no imaginário da esquerda: toda nova crise capitalista seria sempre anúncio do fim do capitalismo.

O problema é que depois que as crises passam, como o capitalismo não terminou e a revolução não aconteceu, a maioria desses analistas acaba encontrando uma nova explicação funcional para a crise. A crise não era terminal, era apenas uma solução oportuna para um problema estrutural do capital, inventada pelo próprio capital e sua classe dirigente.

Isso já aconteceu com a crise econômica de 1870, e voltou a acontecer com as crises de 1930 e 1970, e está acontecendo de novo com a crise de 2008. Talvez fosse hora de parar de repetir o mesmo erro e aprender um pouco com a história.

FOLHA - A crise econômica atual trouxe de novo ao primeiro plano as teses do economista John Maynard Keynes. Trata-se de abandono completo do liberalismo?

FIORI - Não há hoje, no campo da política econômica, uma vitória teórica do keynesianismo nem um abandono da ideologia liberal. Todas as medidas que vêm sendo tomadas para enfrentar a crise são uma reação emergencial e pragmática frente à ameaça de colapso do poder dos Estados, das moedas e dos bancos, e, como consequência, da produção e do emprego.

Foi uma mudança de política imposta pela força dos fatos e não por uma nova convicção teórica ou ideológica dos governantes mundiais. É como se estivéssemos assistindo à inversão automática da famosa frase de Thatcher: "There is no alternative".

Só que o novo consenso nasceu de forma abrupta e sem nenhum entusiasmo ou mobilização política, ao contrário do que aconteceu com a virada liberal-conservadora dos anos 80.

É verdade que as teorias de origem neoclássica e as políticas ortodoxas saíram do primeiro plano. Mas elas permanecem atuantes em todos as frentes de resistência às políticas em curso. Além disso, as novas políticas não significam a morte da ideologia econômica liberal porque, ao contrário do que pensa o senso comum, o keynesianismo também é liberal.

Keynes era um liberal, e sua teoria recupera algumas teses essenciais do ultraliberalismo econômico dos fisiocratas do século 18 e do próprio liberalismo de Adam Smith. Os fisiocratas franceses consideravam indispensável um "tirano esclarecido" para o bom funcionamento das sociedades de mercado. E o próprio Smith defendia a necessidade do Estado para assegurar o funcionamento da sua mão invisível, sempre que fosse necessário proteger os capitais nacionais ou realizar investimentos de infraestrutura que não fossem cobertos pelo capital privado.

Talvez por isso os trabalhistas e os social-democratas europeus tenham trocado com tanta naturalidade as teses keynesianas pelas politicas neoliberais na década de 70, assim como estão se convertendo de novo ao ideário keynesiano.

Do meu ponto de vista, os neoclássicos e os keynesianos pertencem à mesma família ideológica liberal, e, em política econômica, defendem estratégias que podem ser complementares e que muito provavelmente são indissociáveis dentro do capitalismo. Na verdade, são retóricas e políticas econômicas que atendem a interesses e a funções diferentes, mas intercambiáveis, dependendo do tempo e do lugar.

sábado, maio 02, 2009

saúde pública: gripe A vírus H1N1

Gripe suína (2)

By José Saramago

Continuemos. No ano passado, uma comissão convocada pelo Pew Research Center publicou um relatório sobre a “produção animal em granjas industriais, onde se chamava a atenção para o grave perigo de que a contínua circulação de vírus, característica das enormes varas ou rebanhos, aumentasse as possibilidades de aparecimento de novos vírus por processos de mutação ou de recombinação que poderiam gerar vírus mais eficientes na transmissão entre humanos”. A comissão alertou também para o facto de que o uso promíscuo de antibióticos nas fábricas porcinas – mais barato que em ambientes humanos – estava proporcionando o auge de infecções estafilocócicas resistentes, ao mesmo tempo que as descargas residuais geravam manifestações de escherichia coli e de pfiesteria (o protozoário que matou milhares de peixes nos estuários da Carolina do Norte e contagiou dezenas de pescadores).

Qualquer melhoria na ecologia deste novo agente patogénico teria que enfrentar-se ao monstruoso poder dos grandes conglomerados empresariais avícolas e ganadeiros, como Smithfield Farms (suíno e vacum) e Tyson (frangos). A comissão falou de uma obstrução sistemática das suas investigações por parte das grandes empresas, incluídas umas nada recatadas ameaças de suprimir o financiamento dos investigadores que cooperaram com a comissão. Trata-se de uma indústria muito globalizada e com influências políticas. Assim como o gigante avícola Charoen Pokphand, radicado em Bangkok, foi capaz de desbaratar as investigações sobre o seu papel na propagação da gripe aviária no Sudeste asiático, o mais provável é que a epidemiologia forense do surto da gripe suína esbarre contra a pétrea muralha da indústria do porco. Isso não quer dizer que não venha a encontrar-se nunca um dedo acusador: já corre na imprensa mexicana o rumor de um epicentro da gripe situado numa gigantesca filial de Smithfield no estado de Veracruz. Mas o mais importante é o bosque, não as árvores: a fracassada estratégia antipandémica da Organização Mundial de Saúde, o progressivo deterioramento da saúde pública mundial, a mordaça aplicada pelas grandes transnacionais farmacêuticas a medicamentos vitais e a catástrofe planetária que é uma produção pecuária industralizada e ecologicamente sem discernimento.

Como se observa, os contágios são muito mais complicados que entrar um vírus presumivelmente mortal nos pulmões de um cidadão apanhado na teia dos interesses materiais e da falta de escrúpulos das grandes empresas. Tudo está contagiando tudo. A primeira morte, há longo tempo, foi a da honradez. Mas poderá, realmente, pedir-se honradez a uma transnacional? Quem nos acode?


na tela ou dvd

  • 12 Horas até o Amanhecer
  • 1408
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  • 30 Minutos ou Menos
  • 8 Minutos
  • A Árvore da Vida
  • A Bússola de Ouro
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  • A Endemoniada
  • A Espada e o Dragão
  • A Fita Branca
  • A Força de Um Sorriso
  • A Grande Ilusão
  • A Idade da Reflexão
  • A Ilha do Medo
  • A Intérprete
  • A Invenção de Hugo Cabret
  • A Janela Secreta
  • A Lista
  • A Lista de Schindler
  • A Livraria
  • A Loucura do Rei George
  • A Partida
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  • A Pele do Desejo
  • A Poeira do Tempo
  • A Praia
  • A Prostituta e a Baleia
  • A Prova
  • A Rainha
  • A Razão de Meu Afeto
  • A Ressaca
  • A Revelação
  • A Sombra e a Escuridão
  • A Suprema Felicidade
  • A Tempestade
  • A Trilha
  • A Troca
  • A Última Ceia
  • A Vantagem de Ser Invisível
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  • A Vida dos Outros
  • A Vida em uma Noite
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  • Africa dos Meus Sonhos
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  • Amargo Pesadelo
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  • Amor e outras drogas
  • Amores Possíveis
  • Ano Bissexto
  • Antes do Anoitecer
  • Antes que o Diabo Saiba que Voce está Morto
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  • Apocalipto
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  • Inferno na Torre
  • Invasores
  • Irmão Sol Irmã Lua
  • Jamón, Jamón
  • Janela Indiscreta
  • Jesus Cristo Superstar
  • Jogo Limpo
  • Jogos Patrióticos
  • Juno
  • King Kong
  • La Dolce Vitta
  • La Piel que Habito
  • Ladrões de Bicicleta
  • Land of the Blind
  • Las 13 Rosas
  • Latitude Zero
  • Lavanderia
  • Le Divorce (À Francesa)
  • Leningrado
  • Letra e Música
  • Lost Zweig
  • Lucy
  • Mar Adentro
  • Marco Zero
  • Marley e Eu
  • Maudie Sua Vida e Sua Arte
  • Meia Noite em Paris
  • Memórias de uma Gueixa
  • Menina de Ouro
  • Meninos não Choram
  • Milagre em Sta Anna
  • Mistério na Vila
  • Morangos Silvestres
  • Morto ao Chegar
  • Mudo
  • Muito Mais Que Um Crime
  • Negócio de Família
  • Nina
  • Ninguém Sabe Que Estou Aqui
  • Nossas Noites
  • Nosso Tipo de Mulher
  • Nothing Like the Holidays
  • Nove Rainhas
  • O Amante Bilingue
  • O Americano
  • O Americano Tranquilo
  • O Amor Acontece
  • O Amor Não Tira Férias
  • O Amor nos Tempos do Cólera
  • O Amor Pede Passagem
  • O Artista
  • O Caçador de Pipas
  • O Céu que nos Protege
  • O Círculo
  • O Circulo Vermelho
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